Política actual — 17 octubre, 2024 at 6:37 pm

Los militares confiscan máquinas de votación de Dominion en el estado de Georgia, y detienen a tres personas del centro de votación que las transportaban de noche, con intención de sustituir a las legítimas

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Según revela Real Raw News, el pasado lunes 14 de octubre la sección de investigación de los militares Sombreros Blancos interceptaron varias máquinas de votación Dominion (preparadas para el fraude) que iban a sustituir a las legítimas en una biblioteca del condado de Fulton, Georgia, donde al día siguiente iban a comenzar las votaciones para ciudadano que no pueden votar el día de las elecciones.
La crónica es interesante porque ayuda a comprender con qué seriedad se lo están tomando los militares para impedir un nuevo fraude electoral.
La investigación comienza el día 3 de octubre cuando el cíbercomando intercepta una llamada entre la política demócrata por Georgia Stacey Abrams y el diputado por el mismo estado, James Beverly, en la que la primera le urge al segundo a «ponerse las pilas» porque si no hacen nada Trump va a ganar en ese estado. Él segundo le dice que él no pinta mucho en el condado de Fulton y le dice que se ponga en contacto con otro diputado apellidado Scott, que tiene poder en cinco condados, incluido Fulton. Éste le echa a bronca a Abrams por decir, en una «línea no segura» (consciente de que los militares les vigilan) que «si no hacemos nada, Trump nos va a ganar como en 2020» y le replica que «lo va a echar todo a perder si sigue metiendo la pata», lo que implica que han apartado a Abrams de las operaciones para robar las elecciones «por bocazas».
Sin embargo, las palabras de Scott llevan a los militares a hackear todos sus dispositivos y encuentran un pdf de un contrato para alquilar un camión el 14 de octubre y devolverlo dos días después.
Este alquiler lleva a los investigadores militares a vigilar el lugar del alquiler de vehículos porque el nombre del firmante no corresponde con una persona sino que es una invención, y además encuentran una nota en su teléfono que podría corresponder con el alquiler y que dice «descargar el 10 de octubre en la biblioteca Sandy Springs», que es uno de los lugares donde se va a votar anticipadamente en Georgia.
El General Smith envía a sus agentes a la biblioteca y se entera, por una trabajadora de la biblioteca de que la máquinas de votación han llegado ya y los agentes sospechan que los demócratas pretenden sustituir las legítimas con máquinas hackeadas para permitir el robo de las elecciones.
La fortuna está de parte de los soldados porque ven salir de un vehículo Toyota a tres personas en la tienda de alquiler de vehículos que están vigilando, una de las cuales es la trabajadora de la biblioteca. Se montan en el camión y se dirigen a un almacén, donde les ven cargando varias máquinas, que resultan ser máquinas de votación Dominion. Desde allí se dirigen, de noche, al parking de la biblioteca, donde finalmente son abordados por los soldados, que, encañonándolos, les preguntan por la finalidad de ese transporte.
Ellos se acogen a su derecho de no declarar y los soldados les detuvieron bajo la acusación de posible traición e interferencia electoral.
Las máquinas han sido confiscadas y están siendo investigadas por el cíbercomando, mientras que el diputado demócrata que dirigió la operación ha huido, por lo que no ha podido ser detenido todavía.