General, Historia oculta, Política actual — 17 agosto, 2012 at 7:42 pm

20 años después, en Bosnia: ¿vengarán las pirámides la afrenta de esa conspiración hecha guerra?

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En el año 1992 estaba terminando la carrera (¿carrera?) de Periodismo. Allá por octubre de ese mismo curso, es decir, en noviembre de 1991, mi profesor de Relaciones Internacionales, el famoso Rafael Calduch, mientras todavía se estaba desarrollando la guerra de Croacia y Serbia, nos anticipaba que en pocos meses se libraría otra guerra, más cruenta todavía, en torno a Bosnia.

Mi admiración por el politólogo (el mejor profesor que tuve en la Universidad) se convirtió en devoción cuando estalló la guerra, tal y como había predicho meses antes. Pero, al mismo tiempo, «algo» se quedó en mi memoria; una duda, una sospecha… ¿Realmente sabía tanto mi profesor? Vale que nos explicó el conflicto religioso subyacente y todo lo demás pero ¿cómo era posible que unos meses antes la selección yugoslava ganara en baloncesto y balonmano con un equipo tan cohesionado? ¿Cómo habían podido cambiar en tan pocos meses unas gentes que se querían y, de pronto, se habían puesto a matarse?

Años después compré el libro «Choque de civilizaciones» de Samuel Huntington, en el que se detallaba los nuevos conflictos del mundo después del comunismo, señalados por las líneas de choque entre las religiones, haciendo alusión a Yugoslavia. Ahí comencé a comprender, pero todo se aclaró muchísimo cuando me enteré que Huntington publicaba en la revista Foreing Policy, de la cual Calduch era adicto, y que estaba (y está) editada por el Council of Foreign Relations (CFR) norteamericano, el grupo de intelectuales que dirige los destinos de Estados Unidos, independientemente del partido que gobierne. Huntington, en definitiva, era uno de los que había diseñado esa guerra, junto a Kisinger, Solana, Cyrus Vance, Lord Carrington, yenviados especiales de la OTAN, la UE, «pacificadores» del conflicto Y MIEMBROS DEL CLUB BILDERBERG. ¡Valientes hijos de puta!

Entonces entendí que Calduch sólo era un tonto útil de una estrategia diseñada y, por fin, comprendí que la sinrazón de esa guerra que me dolió tanto era el trabajo de una panda de psicópatas a los que derrotaría algún día.

Con mis compis de curro, estoy a la drcha, con un pañuelo verde
Con mis compis de curro, estoy a la drcha, con un pañuelo verde

20 años después, las conjunciones de la vida me han traído a los alrededores de Sarajevo, una ciudad que sufrí como nos os podéis imaginar (o tal vez sí: ¿también a ti te dolió ese sufrimiento?) . El caso es que estoy aquí, a unos pasos de otro misterio más: las pirámides de Visoko. ¿Serán verdad? ¿Serán la «venganza» bosnia de aquella absurda guerra? ¿Levantarán la historia de los perpetradores de esa guerra?

Ayer di una charla a los compañeros de campamento y empecé a sacarme la espina de la depresión en la que me sumió aquella guerra veinte años atrás, contando la verdad acerca de cómo se crean las guerras. Siento que en estos días estamos sanando muchas heridas y los continuos hallazgos de túneles y material arqueológico de Visoko contribuyen a derribar los fundamentos históricos de nuestra civilización. ¡A ver si otro día me da tiempo a contaros anécdotas de la vida diaria en las pirámides de Visoko!

PD: Como confirmación de que mi profesor ha vivido engañado toda su vida, esta entrevista sobre el 11-S.