Política actual — 22 febrero, 2018 at 8:59 am

El ministerio de Justicia USA reabre el caso que prueba que Israel colocó los explosivos que derribaron las Torres Gemelas

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[Mucho cuidado con la siguiente información porque tiene varias lecturas y contiene una «trampa»]. Lo primero que os tengo que decir sobre la siguiente información de las fuentes rusas que informan a Sorcha Faal es que, es tal su novedad y precisión, que los rusos no han podido saber estos datos si no se los han proporcionado sus homónimos norteamericanos. O sea, que esta información se libera con la aquiescencia del gabinete Trump.
El notición que contiene es que el vicefiscal general de los Estados Unidos, Rosenstein, ha reabierto el caso del asesinato del fiscal del estado de Washington, Thomas Walles, quien murió asesinado semanas después de los atentados del 11-S, cuando investigaba la trama en torno a los famosos estudiantes israelíes que aplaudieron la caída de las Torres y a los que se identificó intentando allanar las instalaciones de la marina en Port Hadlock, Washington, donde guardaban… el explosivo termita. El mismo explosivo que la versión alternativa defiende fue el verdadero causante del derribo de las torres. Al parecer, dentro de la misma investigación, el fiscal asesinado seguía la pista de similares allanamientos durante las semanas previas al 11-S en instalaciones militares donde se guardaba este explosivo en Atlanta, Chicago, Denver, Detroit, El Paso, Los Angeles, Miami, Orlando, Nueva Orleans, Phoenix, San Diego, Little Rock, Washington DC, El Paso, Alburquerque y decenas de otras pequeñas instalaciones. En otras palabras: la prueba definitiva de que el 11-S fue obra de Israel.
La primera investigación sobre el asesinato del fiscal Walles fue dirigida por el fiscal John McKay pero el entonces director del FBI Robert Mueller y el entonces vicefiscal general y posteriormente jefe del FBI, James Comey, la pararon, expulsando a McKay, de donde se deduce que esta reapertura del caso pretende, también, incriminar a estos dos elementos que están atacando a Trump con la falsa pista rusa.
Esta investigación, que ha permanecido oculta todos estos años, es lo que el vicefiscal Rosenstein ha reabierto en un reciente viaje al estado de Washington, llevando el pánico a la élite sionista. Y aquí viene la trampa y, por favor, no os pongáis nerviosos porque hay cosas en este mundillo de la conspiración que uno debe reflexionar para ver más allá de la apariencia.
El último párrafo de este esperanzador artículo terminas con una a todas luces absurda afirmación; que Netanyahu está colaborando en la investigación para determinar que Israel dirigió el 11-S, cuando todos sabemos que fue él precisamente quién estuvo al mando de las operaciones.
Evidentemente, lo que tanto los rusos como los norteamericanos están haciendo es lanzar un mensaje poco subliminal al primer ministro israelí de que van a por él, aunque lo que se me escapa es por qué se lo dicen de esta manera.
Habrá que seguir esta noticia con mucha atención pero bien podría ser la «bomba» que Q anunció hace ahora una semana y pico. Veremos si lo confirma en sus mensajes de estos días.