Recordando que la única religión actuamente en el mundo (El Holocausto) ha recibido el «Premio Príncipe de Asturias de la Concordia» ????, pasemos a analizar algunos hechos del pasado que nos pueden hacer comprender el porqué de este premio.
Probablemente, todos habéis visto esa extraordinaria película sobre la vida del agente británico en Oriente Medio, «Lawrence de Arabia». Con seguridad, todos sabéis que ese personaje existió pero casi seguro que, después de ver la película, no os enterasteis de lo que pasó realmente con ese hombre.
Las películas son buenos ejercicios estéticos pero raras veces descubren la realidad. Si seguís leyendo, os enteraréis mejor de la importancia de ese hombre y lo relacionaréis con otros personajes como Hitler o Stalin.
El padre de Lawrence abandonó a su mujer y se fue con la institutriz, con la que tuvo otros cinco hijos, entre ellos, el propio Lawrence. En aquella época, esto estaba muy mal visto, por lo que el joven Lawrence creció con muchos complejos. Atraído tempranamente por la cultura árabe, aprendió ese idioma y fue enviado por el gobierno británico a esa zona, donde actuó como agitador, llegándose a convertir en un líder del movimiento de rebelión contra el Imperio Otomano. Es decir, era un «infiltrado» o, como he titulado, un precursor de «Operación Gladio».
Lo que ocurrió en la primera guerra mundial en Europa es bien conocido por casi todo el mundo, pero poco, en relación con Oriente Medio. El imperio otomano se puso de parte de lo alemanes y luchó contra Inglaterra y Francia pero también contra las rebeliones internas de las tribus árabes, alentadas por estas dos potencias europeas que deseaban apropiarse de su territorio. Lawrence fue utilizado como agente doble, haciendo creer a los árabes en una promesa de independencia cuando lograran derrotar al imperio turco. Al final, Lawrence reconoció que le habían utilizado: lo que ocurrió fue un reparto entre Francia e Inglaterra de áreas de influencia, llamadas eufemísticamente «protectorados». Palestina fue una de ellas y, como ya conté, la Declaración de Balfour del final de la primera guerra mundial, dio vía libre a los asentamientos europeos de religión judía en Palestina. Al mismo tiempo, Turquía se convirtió en una república secular, gracias al golpe de los jóvenes militares (masones y sabatianos para muchos estudiosos), gobernada en la sombra por Inglaterra y se creó, entre otros, el reino de Arabia Saudita, que no es más que el feudo de la familia «Saud», a quienes Inglaterra eligió de entre las tribus que habían combatido contra los otomanos. En otras palabras, el reino de Arabia Saudita es una colonia británica. (El problema de Líbano viene también de aquella época).
Tanto Turquía como Arabia tienen unos gobiernos que, desde sus inicios, han sido controlados por los sionistas. Es decir, que todo el asunto del velo musulmán y el fundamentalismo saudita, relacionado con el terrorismo, HA SIDO UNA CREACIÓN DE INGLATERRA. Y los movimientos del ejército turco en contra del islamismo, son sólo los mandatos de Inglaterra. Exactamente igual que en Pakistán ahora mismo. Por eso, Turquía es la base para atacar Irán y por eso, dejan pasar los aviones israelitas para atacar Siria. Lo vais entendiendo, ¿no?
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Como dije hace unos días, se especula muchísimo acerca del embarazo de la madre de Hitler en la casa de Rothschild, donde trabajaba la abuela del dictador. Hay un insistente rumor de que Hitler sería hijo ilegítimo de un miembro de los primeros banqueros del mundo. Al parecer, el joven Adolf, con una personalidad muy compleja y torturada, trabajó como «chapero» en algunos clubes de Viena y muchos aluden directamente a que prefería las relaciones con los hombres a las mujeres (al igual que Lawrence de Arabia).
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Sobre la vida anterior a convertirse en el Führer, sabemos que Hitler fue condecorado en la primera guerra mundial, que viajó a Inglaterra, al Instituto Tavistock, donde fue adiestrado en la naciente ciencia de la psicología de masas, que tenía una mentalidad enfermiza, un grave problema de relación con las mujeres y que practicaba algunas perversiones sexuales (se ha llegado a decir que le gustaba que le cagaran). Sabemos que trabajó para el servicio de contraespionaje del ejército (igual que Henry Kisinger), que fue infiltrado por ese servicio en el Partido de los Trabajadores alemán, donde llegó a convertirse en el líder y que, gracias a la ayuda de unos millonarios alemanes procedentes de la Sociedad de Thule, así como banqueros como Rockefeller y Prescott Bush, consiguió el dinero necesario para llegar al poder, tras cambiar el nombre del partido «de los trabajadores» por el de «Nacional socialista». La presión que este régimen nazi (fundado por banqueros, y ya sabemos de qué religión son los banqueros) ejerció sobre los judíos europeos hizo que, aquellos que década atrás, habian planificado la creación del estado de Israel (y que habían conseguido su primer propósito con la primera guerra mundial), consiguieran que muchos judíos europeos, DE RAZA ARIA, ES DECIR, ASKHENAZIES, aceptaran marcharse a una tierra lejana, como Oriente Medio. Porque vivían muy bien en Europa y, si no llega a ocurrir el holocausto, no se hubieran ido.
Este vídeo es muy bueno: http://video.google.es/videopla
El próximo 18 de octubre se publica en Estados Unidos un libro sobre «Stalin, de joven». En él se dan algunos datos que van a chocar a muchos. El primero, que Stalin trabajó en la refinería que la familia Rothschild tenía en el Mar Negro cerca de su Georgia natal. Al parecer, a principio del siglo XX Stalin comandó una banda de extorsionadores, para conseguir dinero para Lenin. El autor relaciona este grupo con la familia Rothschild, es decir, los fundadores del estado de Israel.
Diversos autores han tratado de ir más lejos en la relación entre la familia Rotschild y Stalin, sugiriendo que también fuera un hijo ilegítimo de un miembro de esta familia. Al contrario que con Hitler, no existen pruebas de ello y sí especulaciones. Lo que sí se sabe es que Josef Stalin era un individuo también acomplejado (en este caso, por su estatura; retocaba imágenes para parecer más alto), un dato que vagamente podría explicar el salvaje comportamiento de un hombre responsable de la muerte planificada de 20.000.000 de personas. Por cierto, que muchos judíos salieron de la Unión Soviética en dirección a Israel…
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