Umm, ¿por cuál empiezo?
En pasados capítulos, nos enteramos de que la Mafia está lanzando la idea de que hay un tanto por ciento de la población que nace con el sexo «cambiado», con el fin de lavarlos el cerebro y que se hagan la consiguiente operación (pagada por la Seguridad Social). Para ello han inventado el término «intersexual». En el capítulo de hoy, el diario ligado al Club Bilderberg, El País, nos descubre que el hombre-lobo de Galicia del siglo XIX era en realidad una mujer «intersexual», por lo que bien pudiera haberse convertido en criminal debido al trauma de tener el «sexo cambiado». «Así pues, hay que cambiar de sexo a todo aquel que entre en esta paranoia, no vaya a ser que los intersexuales se dediquen a matar gente«. ¿No te lo crees? Lee, lee.
En capítulos anteriores de un culebrón paralelo, seguimos el salto al estrellato de la modelo israelí Bar Refaeli. Después de hacerse novia de Leonardo Di Caprio, apareció en una película haciendo de espía, y en la entrevista posterior bromeaba diciendo que ella era agente de El Mossad israelí. Tiempo después, la tuvimos en Barcelona, donde sus flirteos con jugadores de su popular equipo de fútbol, motivaron las quejas de las esposas.
Ahora, reaparece convertida en la versión judía de Cenicienta, en la que las hermanastras se han convertido en tres Travestís. Que sean tres maricas-intersexuales quienes no dejen vivir el Amor a la hadita tiene su lógica, pero el impulso que se está dando a la carrera de la guapísima judía me hace vislumbrar que vamos a tener Bar Refaeli… hasta en la sopa. Reíros de la fama de Naomi Campbell, Claudia Schiffer o Kate Moss, a partir de ahora, Bar Refalí va a ser el sueño húmedo de todo el Planeta. ¿Por qué?
Creo que la Mata Hari judía va a ser el emblema del estado israelita y el parapeto emocional para que los varones del mundo perdonen las perrerías que están a punto de cometer.
Si esto te parece una tontería, revisa tu inconsciente a ver si no te vuelves un poco sionista cuando veas el segundo vídeo… «hablando» de Israel.
