General, Historia oculta — 9 enero, 2014 at 11:44 am

Yahvé exigió a Abraham y Moisés que circuncidaran a su pueblo: ¿quieres saber por qué?

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Hace unas semanas, comentando con unos amigos mi interés por el Antiguo Testamento y el chantaje que Yahvé realizó con Abraham al prometerle la Tierra Prometida (valga la redundancia) a cambio del sacrificio de Isaac (padre de los judíos), apareció el tema de la circuncisión que, como sabéis, fue otra de las condiciones de «ese dios» conocido por las iniciales JHVH, para que los judíos tuvieran el derecho (¿o el deber?) de someter al resto de la Humanidad.
En ese momento, David se puso serio y comentó con su voz pausada y profunda:
La circuncisión supone una pérdida de sensibilidad del glande y puede influir en que el hombre, que no siente en el coito vaginal, se incline por otras prácticas, como la felación y el coito anal.
¡Toma ya!
Todos los varones que no estéis circundidados seguro que recordáis algún día después de una noche de sexo en el que «el capullo» se queda al descubierto y lo incómodo que es el roce con el calzoncillo: ¡imaginaos lo que sería estar todos los días así!
Pero vayamos más allá: influidos como estamos por la industria del cine en la que la penetración se produce «de repente» (¡hala, zaca!) seguro que más de uno pensasteis que se realizaba así, hasta que una chica os contó que así le hacía daño y que en los preliminares amorosos, la vagina se empieza a humedecer y así… al final ¡casi entra sola! ¡Pero no sólo eso! También ese roce con los labios vaginales hace que el pene se humedezca y que el glande vaya «apareciendo» al compás de la propia humedad vaginal, de manera que la fricción proporciona un gustito que… ¿A dónde quiero llegar?
Pues que el hombre que ha perdido ese pellejito carece de esa sensibilidad para reconocer su propio placer ¡que está relacionado con el femenino, ESTÁN SINCRONIZADOS! Es decir, que hay una COMUNICACIÓN entre los órganos sexuales que se «hurta» con la circuncisión, tanto masculina como femenina: imagina una emisora de radio con mucho ruido de interferencias; algo así. Por eso se representa en las películas la penetración de manera brutal y rápida, a la manera de una «estocada», porque como todo el mundo debería saber, el cine está gestionado casi al 95% por judíos! ¡Es su forma de follar lo que están representando! ¡A lo bestia! ¡Sin sensibilidad alguna!
Y, de rebote, nos están «educando» a todos los «goyim». ¿A qué me refiero?
Es bien sabido que la industria del porno ha sido una creación judía desde el principio, pero también el movimiento gay, y la «castración» derivada de la circuncisión ritual podría estar en el origen de esto: ¡tienen una necesidad «religiosa» de buscar el placer más ‘allá’ porque han perdido la sensibilidad natural por culpa de Yahvé! (Por no hablar de la «mitzpah», el acto ritual por el que el rabino le quita el «pellejito» al bebé ¡con la boca! ¡Una felación a un bebé!). Génesis 17, 10-14. Aquí os enteraréis de que Yahvé le exige a Abraham que circuncide a su descendencia si quiere que sean «el pueblo elegido». ¿Os habéis preguntado por qué le pide esto? (Que conste que la práctica de la circuncisión masculina estaba extendida en numerosas culturas de la zona, antes de la creación del judaísmo, luego debió ser norma de todos esos «dioses» annunaki).
Pero ahora viene lo mejor. Lo que yo no sabía es que hay un capítulo del Exodo en el que un ángel de Yahvé quiere matar a Moisés! ¿Sabéis por qué? Porque «no dejas ir a tu hijo para que me rinda el culto que le es debido». ¿A qué «culto» se refiere?
Pues seguidamente lo dice: «Entonces Séfora tomó un pedernal afilado, cortó el prepucio de su hijo y lo echó a los pies de Moisés, diciendo: –A la verdad, tú eres mi esposo de sangre. Luego Jehová lo dejó ir. Ella había dicho: «Esposo de sangre», a causa de la circuncisión«.
¡Es la madre la que se encarga de limitar el placer de su hijo y abocarle a «otras pasiones» pero, ¿a cuáles pasiones?
¿Y si nos fijamos en las frases anteriores: «rendirle culto»? ¿Hace falta que os recuerde lo que os conté hace tiempo, cuando investigué el Talmud y descubrí el abuso sexual sistemático de los niños menores de 9 años por parte de los rabinos (no los consideran con conciencia)? ¿Recordamos que eso también ocurre en las diferentes iglesias cristianas?
¡Está claro! ¡El «culto» al que se refiere Jehová es el Movimiento Gay!
Así pues, a la luz de todo lo hablado, el regreso de los circundidados a la Tierra donde su antepasado recibió el doble chantaje por parte de Jehová (tu hijo y su prepucio-sexualidad) (el monte Sión está justo en el sitio donde se produjo el chantaje de Jehová), al mismo tiempo, ¡es para recuperar su prepucio/sexualidad perdida!
PD: Obviamente, no estoy diciendo que todos los circuncidados tengan ese trauma, pero un poquito, sí. De cualquier modo, podéis sustituir esa falta de sensibilidad por una comunicación verbal con la chica (o escuchando con atención los gemidos de vuestra pareja) para conocer su grado de excitación y no «ir demasiado deprisa».
PD 2. ¿No os resulta curioso que, con todo lo que se está hablando del trauma de la circuncisión femenina, que abroga a la mujer del placer clitoridiano, no se hable ni una palabra del masculino? Fijaos que es la madre la que corta el prepucio al niño, con lo que es la mujer la que instaura que el hombre carezca de sensibilidad frente al sexo femenino.
PD 3. Todo el mundo sabe que la familia de Jesús huyó «por patas» porque Herodes realizó un sacrificio de bebés primogénitos (al más puro estilo Moloch), así pues queda la duda de si fue o no circuncidado. Lo que no sabía es que hay como 500 iglesias en el mundo que dicen poseer ¡el prepucio de Jesús! Es decir, con ello parecen querer decir que nadie lo tiene porque no lo fue! De hecho, Pablo de Tarso abolió la circuncisión obligatoria, señal de que ya no era a Yahvé al que rendían culto.
PD 4. Ayer mismo, en casa de Kike y Bea, su colega viajero Fofi recuerda que cuando estuvo en Israel entró en una sauna (no gay, normal) y al cambiarse todos miraron su «pito» ¡porque era el único no circuncidado! ¡Jajaja!