En las últimas horas, se han desencadenado las hostilidades entre Ucrania y Rusia. El secretario de estado de Bidan ha hablado con su homólogo ucranio, ofreciéndole su «apoyo incondicional», con lo que el nivel de peligro nuclear ha pasado de Defcon 5 a Defcon 4 (en el ritmo de esa cuenta atrás es un buen indicador para saber lo cerca que estamos de la derrota total de los satánicos). Hay movimientos de tropas rusas, Turquía dice que estará de maniobras militares a principios de mayo y la OTAN ha prometido defender a Ucrania, con lo que el escenario «del pánico» está en desarrollo. (Recordad que es una pantalla para el reseteo y las detenciones a gran escala).
Como vengo diciendo, el mercado de la plata ha colapsado, lo que va a poner en marcha una regulación del Comex (589) para ocasiones como ésta, que va a disparar el precio de los metales preciosos, rompiendo la manipulación que su precio sufre actualmente.
En el capítulo de predicciones, los mejores comentaristas apuntan a que «el evento del pánico» será el desencandenante del apagón de Internet y del bombardeo de 34 edificios emblemáticos de la élite reinante, entre ellos el Palacio de Westminster, la Casa Blanca, el Vaticano y las grandes compañías farmacéuticas.
También se habla de que las instalaciones chinas desde donde se mina el bitcoin (en el subsuelo de Wuhan) van a ser inutilizadas, por lo que esta criptomoneda no va a ser un buen resguardo. Se habla mucho del ripple.
