El PDF que te incluyo es un auténtico bombazo porque es una filtración de la reciente investigación del PENTÁGONO sobre el origen del Covid. Y es categóricamente cierto porque lo que cuenta es el Proyecto de arma biológica que el presidente de EcoHealt Alliance, Peter Daszak, en colaboración con el Instituto de Wuhan, le presenta al departamento de armas avanzadas, DARPA, para obtener financiación. Supuestamente no recibió toda la financiación que buscaban por el peligro que representaba, pero sí lo hizo el Instituto de Salud. En la primera página se explica que en el año 2018 el Instituto de Salud creó un grupo de trabajo para desarrollar una vacuna para un coronavirus peligroso, lo que corrobora que la creación del virus y la vacuna fueron de la mano en todo momento.
En la propuesta se detalla la investigación en procedimientos que ya habían sido probados por distintos documentos científicos: como «vacunar» murciélagos salvajes con coronavirus extendidos por aerosoles (lo que abre la puerta para que el Covid fuera soltado por el aire). Los centros de investigación implicados fueron: el laboratorio de Wuhan, la universidad china del Este (Shangai), la Universidad Duke de Singapur, el Centro nacional de salud para la vida salvaje (USGS) y el centro de investigación de Palo Alto.
Este documento detalla cronológicamente las fases de consulta que pasó este Proyecto denominado DEFUSE, que intentó ligarse a un Proyecto del DARPA para prevenir ataques biológicos, y se detalla, por ejemplo, los centenares de miles de dólares que recibieron las universidades chinas para mejorar el virus del SARS, así como las cuevas de donde se iban a sacar los murciélagos (en la provincia de Yunan).
En la primera página del documento en sí se aclara que el primer objetivo de la ONG de Peter Daszak era realizar una «ganancia de función del virus del SARS», sintetizando la glicoproteína de espiga que conecta con el receptor celular humano ACE2, insertándola en el virus del SARS. Para evitar que este hecho fuera visto como una «ganancia de función» (arma biológica) se disfrazó diciendo que la inserción se haría en la espina dorsal, y no con ratones modificados genéticamente para que se parecieran a humanos, como finalmente se hizo.
En definitiva, en este documento está todo el plan, con la invitación de la «doctora Murciélago», Shi, a las oficinas del DARPA incluida. Este proyecto acabó siendo financiado por el Instituto de Salud norteamericano. En esta página podéis leer cómo el primer objetivo fue insertar la famosa glucoproteína de espiga en el virus del SARS, pero lo «maquillaron» porque si lo decían abiertamente no conseguían financiación, que fue lo que sucedió. Finalmente, como digo, fue el Instituto de Salud el que lo financió. El grupo que lo ha publicado se llama D.R.A.S.T.I.C, pero está claro que es una operación encubierta de los militares patriotas norteamericanos.
