Mientras el Fiscal Durham anunciaba el procesamiento del hombre al servicio de Hillary Clinton que espió las telecomunicaciones del Presidente Trump, el fiscal militar que comanda los juicios de Guantánamo emitió una orden de arresto contra el que fue su vicepresidente, Mike Pence, tras sus declaraciones de esta semana en las que se eximía de culpa por no haber investigado las acusaciones de fraude electoral y darle la victoria a Biden, bajo el pretexto de que no tenía autoridad para detener ese proceso.
En la crónica de Real Raw News, se detalla que Trump le había dado una oportunidad a Pence, tras ser detenido a principios del año pasado, bajo la promesa de que no se envolvería en la política, pero, tras estas declaraciones y las evidencias de que se ha reunido con altos mandos del partido demócrata en los pasados días, ese perdón momentáneo se ha evaporado. Los militares tienen pruebas de que Pence ha comido con los líderes demócratas Nancy Pelosi y Chuck Schummer en los meses de enero y febrero, que le han ofrecido dinero a cambio de que «eche mierda» contra Trump, lo que explicaría sus últimas declaraciones.
La crónica de Real Raw News asegura que Pence va a ser detenido, aunque admite las dificultades para practicar esa detención porque siempre está rodeado de gente y nunca duerme dos noches seguidas en la misma casa, al igual que Fauci, porque sabe que le están siguiendo la pista. Sin embargo, los militares están convencidos de que acabará cayendo: «es sólo cuestión de tiempo», afirman.
