Mucha atención. El actual director del instituto de salud USA (sustituyó al hombre de Fauci, Collins) ha admitido ante una comisión del Congreso que el hecho de que las empresas farmacéuticas hayan pagado 350 millones de dólares en royalties* a miembros de ese Instituto pueden suponer un conflicto de interés, puesto que son ellos los que deciden qué medicamentos se aprueban y cuáles no.
En definitiva, está admitiendo, de manera velada, ¡que las farmacéuticas mandan sobre el organismo regulador de la salud!
*Hasta donde yo sé (no estoy seguro), estos royalties se refieren a patentes sobre desarrollos, como el Covid, por científicos como Fauci, que luego la industria farmacéutica utiliza. La corrupción ya es prácticamente oficial.