España, Historia oculta — 7 noviembre, 2023 at 9:13 am

El atentado de bandera falsa de Montejurra 1976 confirma que la joven democracia se unió al tardofranquismo para sabotear al carlismo

by

En los últimos días he comprendido un suceso luctuoso que aconteció cuando vivía en Guipúzcoa y que constituye uno de los grandes enigmas de la «transición a la democracia española: como veréis, al comprenderlo, se entenderá mucho mejor todo lo que ha sucedido después. Me estoy refiriendo a los sucesos acontecidos en 1976 durante una romería de la Tradición Carlista en la ciudad navarra de Estella, en los que resultó muerta una persona y otra gravemente herida.
Os sitúo en el contexto de la época. Franco ha muerto el año anterior, Arias Navarro es el jefe de gobierno, Fraga Iribarne es el equivalente al Ministro del Interior y Adolfo Suárez, ministro del movimiento. Los carlistas (tradicionalistas, partidarios de los fueros, competencia de los nacionalistas vascos y catalanes, con una visión cristiana de la economía) son en ese momento el partido político más fuerte de la derecha, con una implantación nacional sólo superada por el partido comunista. Por lo tanto, en las elecciones que se darían el siguiente año, tenían todas las papeletas para ser mayoritarios, por encima de los partidos que fundarían Manuel Fraga (Alianza Popular) y Adolfo Suárez (UCD).
En resumidas cuentas, bajo la excusa de una discusión interna entre los carlistas (partidarios del pretendiente Carlos Hugo y el pretendiente Sixto), los seguidores del segundo, con el apoyo de fascistas italianos pertenecientes al movimiento Ordine Nuovo abrieron fuego contra la facción mayoritaria. Como consecuencia del atentado, los carlistas fueron calificados de «fascistas» y ensuciaron su imagen para las inminentes elecciones que dieron comienzo a la democracia.
Como veréis en el vídeo que os enlazo, en enero de este mismo año se han desclasificado documentos oficiales de la época, que demuestran que el gobierno de transición de Arias Navarro, con Manuel Fraga como ministro de la gobernación, «participó» (como poco) en la planificación de ese atentado de bandera falsa, cuya consecuencia fue que el Partido Carlista sufriera un descalabro en las primeras elecciones, que le dejó en una posición de marginalidad en el espectro político. Evidentemente, ya sabéis quienes salieron ganando: Alianza Popular, UCD, PNV y CiU, pues el carlismo ocupaba ese espacio político.
Los más veteranos en estas lides recordaréis que el grupo italiano Ordine Nuovo eran uno de los «stay behind groups» de la OTAN; es decir, Operación Gladio.